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sábado, 21 de diciembre de 2013

La lucha por el euskera

En junio de 1930, la esposa de Jacinto de Sarrionaindia, articulista del diario “Euzkadi” y conocido con el seudónimo “Tximerlarpeko artzaña”, dio a luz un nuevo niño, al que se le impuso el nombre euskerico de Iñaki, participando como testigos sus hermanos Miren y Sabin. El Juez Municipal, que se preciaba de ser amante de las tradiciones vascas, se negó a inscribir en el Registro Civil el nombre a pesar de solicitarse de forma reglamentaria.



La causa aducida para negarse, era que había recibido órdenes de las autoridades superiores. El Juez Municipal hacia de este modo caso omiso a la ley del Registro de 1870, vigente en aquel momento. Ante ello, el abogado nacionalista vasco Cosme de Elgezabal presentó un recurso que ordenaba al Juzgado Municipal de Durango, la inscripción del hijo de Jacinto, sin que se resolviese nada transcurridos más de seis meses.

A principios de 1931 se redactó una carta suscrita por Lino de Gezala y varios euzkeltzales, por la negativa de inscribir durante más de siete años. Junto al juez, a su secretario no se le eximía de responsabilidad, por ser inspirador de las resoluciones del Juez Municipal. Este abusaba de su cargo y negaba a los padres el derecho a inscribir a sus hijos con nombres euskéricos, dando lugar a recursos interpuestos por algunos que estaban pendientes de resolución. El escrito se refería a demostrar, con textos legales y jurisprudencia sentada por la Dirección General de los Registros, la sinrazón de esa negativa y en su vista se pidió se hiciera el asiento conforme a su pretensión, tal y como se establecía en estos casos.

Carmelo de Leizaola realizó una entrevista con el Juez Municipal y le requirió una respuesta sobre si se obstinaba en negar la inscripción a los bautizados con nombres euskéricos. Ante una nueva negativa del Juez Municipal, Leizaola quiso conocer las causas, siendo estas, instrucciones de la superioridad, aun siéndole citadas resoluciones posteriores de esa misma superioridad en casos análogos. Entonces convinieron en consultar al Juez de Primera Instancia de Durango. Este, manifestó la legalidad del deseo de los padres, si bien, el Juez Municipal era dueño de negar la filiación, pero “cargándose” con las consecuencias que de ahí se derivasen. Y de aquí salió el cambio de actitud del Juez Municipal, pues este se avino a autorizar la inscripción de los nombres. En adelante, se inscribieron en el Registro Civil los nombres euskéricos, con la sola adición de su traducción al castellano. Pocos meses antes del advenimiento de la II República, después de una batalla que duro muchos meses, las autoridades judiciales se avinieron a admitir los nombres euskéricos en el Registro Civil.

Pero como eran muchos los nombres que habiéndose presentado en euskera, no fueron admitidos más que en castellano y existiendo otros que no fueron inscritos ni aún así, por negarse los padres a hacerlo si no se les hacia también en euskera, se solucionaron estos casos, abriéndose los oportunos expedientes que se precisaban para inscribirlos tal cual fueron bautizados, sirviéndose del Registro parroquial para proceder a su solución. Quedaron por tanto satisfechos, los padres que deseaban bautizar a sus “umetxus” conforme a sus deseos.

No quedaría ahí el trabajo de Carmelo Leizaola en defensa del euskera, ese mismo año participó en la creación de “Euskaren Adizkideak”.

lunes, 11 de noviembre de 2013

Genaro de Egileor, el periodista del exilio

Genaro nació en Galdakao en 1908 en el seno de una familia numerosa, era el pequeño de ocho hermanos. Dirigió los coros de Juventud Vasca y participó en el Comité ejecutivo de la ikastola de Plazakoetxe. Con motivo del crimen de Juan Cruz Ereño, prestó declaración por disputas en los medios de comunicación con el fallecido. Genaro fue uno de los personajes de la cultura vasca, cuya actuación política en los acontecimientos de la Guerra Civil, le llevó al exilio americano. Comprometido con el PNV y ELA, Genaro se inició en el periodismo tanto en el diario Euzkadi, gracias a lo cual conocemos el quehacer diario de los galdakoztarrak en los años 30, como en La Tarde, con información social en portada, bajo el pseudónimo de Atxerre, al tiempo que trabajaba activamente en las tareas por la promoción de la cultura vasca.


 
Genaro de Egileor “Atxerre”, primero de la derecha, junto a su padre Txomin Egileor.


En el levantamiento militar del año 36, se encontraba en Donostia en los cursos de Eusko Ikaskuntza y los acontecimientos le obligaron a permanecer allí, colaborando con el Diario de la República. Hasta la caída de Bilbao, ocupó la dirección del diario Lan Deya, órgano de prensa de ELA. Aseguraba la perfecta fidelidad de Lan Deya a las consignas del Lehendakari Agirre, que no olvidó esta fidelidad, conduciendo a Genaro a trabajar en su gabinete de comunicación, que emitió diversos programas de radio y publicó artículos con motivo de la guerra. Con la entrada del ejército franquista, el gobierno de Agirre tuvo que huir hacia Francia y de allí hacia Barcelona hasta enero de 1939. Durante ese tiempo, asumió nuevamente tareas comunicativas relacionadas con la radio que el Gobierno Vasco dispuso en Barcelona. Ante la caída de Barcelona, salió con la Delegación vasca hacia Francia.



Foto: Familia Intxaurtieta


El gobierno de Agirre creó en el extranjero la estructura de una serie de publicaciones periódicas. En Francia, algunos miembros del Gobierno Vasco crearon un lugar para la atención de los refugiados y heridos vascos, la atención sanitaria para los heridos de guerra se realizaba en el famoso centro de Biarritz que se habilitó para ello. Formando parte de la delegación del PNV, marchó con las primeras partidas de exilio a Sudamérica. Colaboró en Euzko Enda junto a Barandiaran, en la columna “Los vascos en América”, en la que se realizaba un reconocimiento a los pueblos americanos, siendo muy crítico con la colonización española. El 30 de diciembre de 1939 colaboraba en Euzko Deya de Buenos Aires. Desde allí, se orquestarían las principales actuaciones para la comunicación y propaganda del Gobierno Vasco, así como para el fomento y divulgación de la cultura vasca. En todo ello participó activamente con su actividad periodística. El 5 de octubre de 1942 Agirre visitó por primera vez el Centro Vasco de Caracas y Egileor vivió así un primer encuentro con el lehendakari. Este Centro fue un hervidero social, político y cultural, donde se creó la primera emisora de Radio Euzkadi. Allí retomó sus anteriores trabajos en la radiocomunicación.



En el paquebote Flandre


En un ambiente crispado y tras reiteradas alusiones personales a su cargo en la revista Euzkadi y a sus intervenciones radiofónicas, cesó en la dirección, siendo sustituido por Martin de Ugalde.

A partir de entonces, se dedicó a la familia y los negocios cárnicos y ganaderos. Se casó en 1957 con Concha de Partearroyo, de familia bilbaína, con quien tuvo a Begoña Chiquinquirá. Rechazó invitaciones a la participación activa en política. El matrimonio Egileor llegó a montar un piso en Bilbao con la idea de instalarse definitivamente. Contratiempos en los negocios venezolanos le llevaron nuevamente a América. Poco tiempo después sufrió un primer infarto y estando ingresado en el Hospital, un segundo ataque le quitó la vida. Falleció en San Juan de los Morros, Venezuela, el 24 de febrero de 1963 a los 55 años, tras veinticuatro años de exilio.
 








Fuente: Dime

martes, 15 de octubre de 2013

El Club Deportivo Elexalde


El inicio del deporte en el municipio no puede explicarse sin referirse a este club, del cual celebraremos próximamente el centenario de su creación y cuyas primeras reuniones se celebraron en los locales contiguos a la fábrica de “La Dinamita”. En palabras del periodista Josu Altuna, “Basakiña”, los estudiantes de Artes y Oficios o Capataces de Minas, los Ibarras, San Salvador del Valle, Linazas, etc. trajeron el “football” de Bilbao. Esta sección fue su actividad principal, tanto en número, como en la repercusión que le dio al Club “mozolloerri”, aunque fueron diversas las disciplinas a las que integró.


C.D. Elexalde en el año 1925. (Foto “Euzkadi”)

Podemos citar como componentes de la Junta Directiva de 1924 a: Luis de Uriarte como presidente,  vicepresidente Alberto de Duñabeitia,  tesorero Justo Tutor, secretario Juan de Izagirre y los vocales Juan Jugo, Julián de Intxausti, Juan Díaz y Rodrigo Marín. En ese mismo año, el equipo utilizaba para su desplazamiento el autobús de Urgoiti a Larrabetzu, que disponía de una veintena plazas, y años más tarde, aprovechando las campas de Elexalde, se acordó crear un campo de fútbol en aquel barrio. Se organizaban torneos de futbol entre equipos de la localidad, representando a los barrios para dar salida a la “chavalería” que practicaba este deporte, como el torneo “Copa Ibaizabal” con los clubs Arkotxa Club, Deportivo Uraska, Club Deportivo Usansolo, Zuazo Sport o Bengoetxe. Dada la importancia de sus actividades, el Ayuntamiento decidió subvencionar al Elexalde con 500 pesetas, estando los precios de entrada a los partidos para mayores, a 0,5 pesetas y para los niños, a 0,25.


Sabemos que en el año 1919, el club se federó en el seno de la Federación Atlética Vizcaína, disciplina que fue introducida en Galdakao por Carmelo Leizaola y Alberto Duñabeitia, ingenieros químicos de la “La Dinamita", este último jugador del C.D. Español en un primer momento, para posteriormente pasar  al Athletic Club de Bilbao. Esta sección deportiva organizaba carreras de cross, como la celebrada en 1926 con un recorrido de siete kilómetros doscientos metros, prueba que contaba para el Campeonato de Bizkaia de Cross, donde se clasificó en primer lugar Palma, en veinticuatro minutos y tres segundos y segundo Oiarbide.

                                                Escudo original

Por otro lado, la sección de montañismo apareció en la revista Pyrenaica como federada en 1927. Según relataba Josu Altuna,” no era un grupo muy numeroso, pero si entusiasta”, que en los primeros años de su creación, celebraba “concursos de montes”. Entre las personas que participaron en el recorrido de montañas de ese mismo año estaban: Vicente Pérez, José Ealo, Pablo Otxoa, Rufino Otxoa, Raimundo Ibarra, Lorenzo Ibarra, Pedro Salvador y Martín Mandaluniz. La primera entrega de premios se realizó en la campa de Santa Bárbara en las personas de Kepa San Salvador, su hijo Ricardo San Salvador, José Ealo y el propio Josu Altuna. No debemos olvidar tampoco la sección de ciclismo, en la que destacaron los hermanos Remigio y Marcelino Loroño.


Pasados los años, varios jugadores de fútbol dieron el salto a equipos de primera fila, entre los que estaban el portero Irigoien, que fue el primer profesional del Real Unión de Valladolid (más tarde también lo haría Busquet), Santiago Zubieta en el Racing de Santander, mientras que Ángel Zubieta, Iraragorri, Yurrebaso y Mandaluniz se quedaron en el Athletic.


La llegada de la guerra y el posterior régimen totalitario, transformó el nombre del Club Deportivo Elexalde, sustituyéndose por el de la localidad en castellano.

jueves, 25 de julio de 2013

Cuando fuimos los mejores

Articulo publicado en el periódico "Crónicas", en abril del 2008.

domingo, 30 de junio de 2013

La atrevida Euskal Jaia celebrada durante el franquismo

Artículo de José Larrea publicado en Crónicas
 

lunes, 13 de mayo de 2013

La sublevación fascista


Desde mayo de 1936 se estaba preparando el levantamiento militar. Pero no sería hasta el 17 de julio, cuando comienza en Melilla el “movimiento de cuarteles”. Al día siguiente, la sublevación se extendió al Protectorado español de Marruecos.
               Caserío local bombardeado por los fascistas. (Foto Eguna)

Con la llegada de las primeras noticias al municipio, se suspendieron las fiestas de Bengoetxe y en los cruces de la carretera general que transitaba por el municipio, se establecieron controles para no permitir el paso a los vehículos que no llevasen la documentación en regla, realizándose por las milicias, detenciones de conocidos fascistas locales. Pero también se mostraron las primeras muestras de solidaridad con los gudaris, como la realizada por Buenaventura del Río, al ceder una casa de su propiedad en el barrio de Zabalgane, para la instalación de un hospital donde atender a los heridos procedentes del frente.

El día de la festividad de San Ignacio, el alcalde en funciones Abasolo, publicó un bando en el que quedaba prohibido detener a nadie, salvo en aquellos casos en que la orden partiese del Comité Local de Defensa y cuando los realizasen cuerpos armados como los Forales, Guardia Civil, etc., determinándose la entrega de las armas, a todos aquellos que no poseyesen licencia especial para su uso, en el Comité Local. Una vez reintegrado a sus funciones el alcalde Simón de Linaza, se organizaron en el cine local funciones teatrales, destinándose la recaudación a los gastos de abastecer de víveres a las milicias. Con igual propósito, en el edificio de la Comisión de Asistencia Social del PNV en Plazakoetxe, se reunían las emakumes confeccionando prendas destinadas a los mendigoizales que se hallaban en campaña. Los actos en favor de los gudaris locales, por tanto, se multiplicaron en el municipio.

A mediados de septiembre, llegaron procedentes de Gipuzkoa, civiles desplazados que fueron alojados en casas ofrecidas por abertzales locales. A principios de octubre, la columna de gudaris que marchaba desde los acuartelamientos de Bilbao en dirección al cuartel general del frente, desfiló cuando el pueblo estaba recogido en sus casas, entonando canciones patrióticas y asomándose los vecinos a sus balcones, con signos de emocionante reconocimiento.

En noviembre, comenzaron las aglomeraciones de vecinos ante las expendedurías de carne, provocando incidentes y el racionamiento inmediato de dicho producto. A finales de año, el Ayuntamiento dispuso de un servicio de aprovisionamiento de pescado, mediante la que una camioneta municipal, trasladaba desde Bermeo el pescado necesario para la población, aunque se presenciaron incidentes, porque los vendedores de pescado, se negaron a vender al precio tasado señalado por el Ayuntamiento, con un margen de ganancia de sesenta céntimos. Entonces los concejales, dispusieron que la venta se hiciera en las carnicerías, realizándose con éxito, pues el público secundó la decisión acudiendo a comprar pescado en gran número. En las navidades de dicho año, el diario “Euzkadi” publicó una crónica entrañable desde Otxandio, enviada por Sabin de Egileor, teniente de la Compañía “Iñaki San Miguel”, en la que se explicaba la actividad diaria de los gudaris y como nota curiosa, nos informaba de la alimentación en el frente de combate, a base de talo con leche y tazones de chocolate.

El nuevo año dio comienzo con el acto celebrado en la iglesia de Elexalde, con el fin de entregar y bendecir, las banderas de las Compañías “Iñaki San Miguel” y “Carmelo Leizaola”, con una extraordinaria concurrencia de público. Por la tarde, se produjo gran inquietud en el vecindario por la presencia de la aviación fascista, que lanzo varias bombas sobre la fábrica de  “La Cantábrica” que no produjeron daños personales.

miércoles, 17 de abril de 2013

El Obispo en la fiesta infantil


A principios de agosto de 1905, en honor al Obispo de Dora se organizó en Galdakao, aprovechado su estancia en la localidad, un festival infantil que tuvo lugar en el frontón de La Cruz. Llegó el obispo a las diez de la mañana, en el automóvil de José de Amezola, acompañado también, de Esteban Amezola y del familiar Caudevilla. Un replique general de campanas y el disparo de chupinazos y cohetes, anunció la llegada del prelado. Lo recibieron comisiones del Cabildo parroquial, Ayuntamiento y los niños y niñas de las escuelas municipales con sus profesores.

 
    Obispo de Dora.

El festival infantil se celebró presidido por el obispo Gandasegi, teniendo a su lado al alcalde Undabeitia y al párroco Remigio de Uriarte. Numerosa concurrencia asistió al festival que tuvo lugar con arreglo al siguiente programa: himno de bienvenida por los niños de las escuelas de ambos sexos de La Cruz y Usansolo, himno en castellano de bienvenida por el niño Jose María González, hijo del farmacéutico Emilio, que puso de relieve los beneficios que la instrucción proporciona a la sociedad, discurso en euskera del niño José María de Urrutia, recitación de “La presencia de Dios” por parte de la niña Nicolasa Amoriza y los niños Juan San Salvador, Jesús Gutiérrez, Agustín San Nicolás, José Amoriza, Ladislao de Amoriza y José García, que interpretaron un juguete cómico. El orfeón infantil cantó uno sobre la aplicación escolar. Las niñas Jovita Romeo, Lolita Belaza, Francisca de Undabeitia, María Ascensión González, Anita Cadeasto, Francisca Llanedo, María Aboitiz y Juanita Uriarte, interpretaron un juguete cómico que versó sobre el amor que se debía al prójimo, la niña María de Ugarte recitó una poesía titulada “A mi madre” y el niño Agustín San Nicolás cerró los discursos infantiles, dando las gracias a la concurrencia por su asistencia a aquella fiesta. Los discursos y actos realizados por las niñas y niños fueron fuertemente aplaudidos. Posteriormente, el obispo Gandasegi pronuncio una disertación, ponderando el estado de la enseñanza en Galdakao y felicitando a las niñas, niños y profesorado. Ofreció obsequiar a las niñas y niños con una merienda y felicitó al clero parroquial, Ayuntamiento, Junta local de enseñanza, etc.…
 
En el coche del señor Amezola se trasladó el obispo, acompañado de dicho señor, de un familiar y de Amadeo Gandasegi, a la casa que en Usansolo tenía Francisco Rementeria, en donde este les obsequió con un esplendido banquete, al cual asistieron los señores Oruechevarria, Isasi, Fulgencio Martínez y Pedro Barrenetxea, al café llegó el párroco Uriarte. Todos los obreros de las minas de Usansolo, más de 250, de la que era director-gerente Rementeria, pasaron después del banquete a besar el pastoral anillo y el obispo les dirigió unas palabras diciéndoles que era un amigo del obrero, al que estaba dispuesto a servir en todo cuanto pudiese y que tanto “los de arriba como los de abajo”, estaban obligados a respetar sus mutuos derechos. Los mineros aplaudieron al obispo Gandasegi.

En resumen, un día de fiesta para el pueblo y en particular para los maestros Aureliano Pérez, Laureano Sáez, Amalia González y Amalia Elberdin, por el grado de instrucción que probaron tener los niños y niñas de la escuela. Al día siguiente, a primera hora, el obispo se trasladó a la parroquia, en cuya iglesia administró el sacramento de la confirmación. En los actos celebrados, se vio a las niñas y niños lanzar entusiastas vivas al Obispo de Dora.

lunes, 4 de marzo de 2013

Emakume Abertzale Batza




La incorporación de la mujer a los mundos laboral y político, se produjo en Euskadi y en el Estado, con retraso respecto a Europa. Las mujeres se hicieron sitio en aquella sociedad, esforzándose por adquirir capacitación profesional, acceder al mercado laboral, colaborar en iniciativas religiosas y participar en organizaciones políticas y sindicales masculinas de su época. En ese notable cambio social, participó Emakume Abertzale Batza (EAB).



            Polixene de Trabudua y Haydée Agirre, activistas de EAB. Foto Amado.



El origen de EAB se remonta a 1922, año en el que las emakumes cercanas a EAJ-PNV, se constituyeron a semejanza de la organización femenina del Sinn Féin, tras una conferencia en Juventud Vasca disertada por el nacionalista irlandés Ambrose Martín O'Daly, sobre la incorporación de la mujer a la revolución en Irlanda, a través de una organización específica, el Cumman nan Ban. EAB dio forma a numerosas iniciativas que venían desarrollándose a cabo desde 1907 en el abertzalismo. Tras el paréntesis de la dictadura de Primo de Rivera y la proclamación de la Republica, EAB volvió con mayor fuerza. La agrupación EAB participó activamente en tareas educativas y culturales (Euzko Gastetxu Batza, ikastolas, teatro, danzas, coros, etc.), benéfico-sociales (comedores, ropero vasco, recogida de donativos para obreros en paro, etc.) así como propagandísticas (reparto de propaganda, participación en mítines, organización de conferencias, etc.).
 
                                Emakumes liberadas. Foto Amado.


Pepita de Abasolo fue la encargada de poner en marcha la organización de Galdakao al comienzo de la República, no siendo hasta el 28 de agosto de 1932, cuando quedó inaugurada de manera oficial, la agrupación galdakoztarra de EAB. Los actos comenzaron con un pasacalles de txistularis, tras él, a las diez, se ofició una misa por el párroco, ayudado por Prudencio de Lángara y Romualdo de Garibi, acompañados por la Scola Cantorum local, el tenor Laborda que interpretó una plegaria del compositor Guridi y el organista de la parroquia Tomas de Larrinaga. El párroco procedió a la bendición de la bandera de la organización, en la que actuaron apadrinando los niños Eli de Bustinza y Conchita Escobal Linaza. Terminada la misa, la comitiva se encaminó a Kurtzeko plaza, donde los ezpatadantzaris txikis e hilanderas, realizaron una exhibición y las Bandas de música y txistularis, ejecutaron composiciones musicales vascas de su repertorio. El banquete posterior se celebró en los soportales de las escuelas de. Gandasegi, servidos por el restaurante de Bikandi. A las tres de la tarde y como el mitin no estaba autorizado por el gobernador, en su lugar se organizó un brindis, en el que intervinieron Sabin de Enbeita, la activista política y dirigente de la organización, Polixene de Trabudua (mujer del futbolista local José Mandaluniz), el poeta Esteban de Urkiaga “Lauaxeta” y Luciano Ocerin. A las cinco se inicio la romería.
 
                                    Ilustración del diario Euzkadi


En septiembre de 1933, EAB llegó a contar con más de 198 afiliadas y aunque las mujeres asociadas no estaban obligadas a afiliarse, muchas de estas emakumes militaron en EAJ-PNV. Una vez consolidada la organización en 1934, esta estuvo presidida por Mª Jesús de Eskubi, que dio paso a Bernarda de Zamakona en 1935 y en el periódo prebélico, a Teresa de Jauregi como máxima responsable.

                              
Emakume Abertzale Batza de Galdakao
 
 
Entre otras actividades realizadas en el municipio, que conocemos, podemos citar: el apoyo a la creación de la ikastola de Plazakoetxe, la confección de cestas de alimentos y ropa en beneficio de los abertzales necesitados por Navidad, que fueron expuestas en los escaparates de los comercios “Casa Loroño” y “Legarda”, rifas de juguetes en Reyes, regalos destinados aquellos niños bautizados con nombres vascos, etc. Una vez comenzada la guerra, EAB desde  el edificio destinado en Plazakoetxe a la Asistencia Social, se reunía confeccionando prendas que se destinaban a los mendigoizales que se hallaban en la campaña militar.
 

                 Entrevista sobre EAB con la periodista Josefina Carabias.
 
 

miércoles, 27 de febrero de 2013

Marinos en un pueblo de interior

Articulo publicado en "Cronicas" en mayo de 2008, por Javier Uriarte y Pedro Garcia Borobio.