Páginas vistas

jueves, 15 de marzo de 2012

El “routier” Loroño


 Foto de estudio.

Los ciclistas vizcaínos de aquel tiempo celebraban carreras de 60 kilómetros, como la que se corrió en Galdakao el 30 de septiembre, prueba en la que venció Marcelino y su hermano Remigio Loroño, pese a su encontronazo con Salazar, obtuvo el farol de metal blanco, regalado para el que llegase primero en la cuarta vuelta. Poco tiempo después, se celebró la carrera del X Campeonato de Vizcaya y Salazar temía que le sucediese algo por el encontronazo con Remigio, aunque el pueblo de Galdakao se comportó deportivamente. Pero ni Salazar, ni Remigio, pudieron tomar parte en dicha prueba.
                                             


Cartel anunciador 1º Gran Premio Vizcaya (Nik).
 
El 21 de abril de 1924, Remigio Loroño se desplazó a Navarra para ganar el “I Circuito de Pamplona”, también llamado de Pascuas, considerada la mejor carrera organizada en Navarra. La consiguió en un apretado esprint, en la que se llevo por su victoria, una bicicleta de carreras. Dos meses más tarde, como consecuencia de los hechos ocurridos en la prueba de Galdakao, se le impuso la suspensión de la licencia deportiva. 
 
Ante esta descalificación, tras el campeonato peninsular de fondo en carretera, surgió la idea de los entusiastas de Remigio, que reunieron 500 pesetas, dispuestos a ponerlas en juego en un match entre el corredor galdakoztarra y el detentador de aquel trofeo, aunque la presión de la prensa le hizo desistir de la idea. Pero siguió participando en pruebas de menor nivel, llevándose las victorias de Areatza y Muskiz. Una carta conciliadora de Remigio desde el servicio militar en Burgos, posibilitó finalmente que el 8 de diciembre se levantase su inhabilitación.



              Cartel de Martinez Ortiz de la Vuelta al País Vasco. Foto Excelsior.


Fue tal el interés que despertó el “I Gran Premio Bizkaia”, que incluso el periódico francés “L’auto”, organizador del Tour, mostró su admiración por la prueba. Fueron 100, los ciclistas que tomaron la salida con lluvia, viento, frío y granizo, en la que los participantes catalanes realizaron un papel mediocre. Val se pegó a la rueda de Remigio y aprovechando una confusión producida por una aglomeración de automóviles y tranvías en Algorta, escapó y le ganó a Loroño.

                                                             

Conduciendo el pelotón.


El 5 de julio de 1925 volvió a Navarra a disputar en Iruña la “Travesía del Pirineo”, en la que el corredor galdakoztarra, quedó en segunda posición. De vuelta a Bizkaia, en Sopuerta, por una mala táctica, repitió clasificación, montado sobre una bicicleta “Morales”, en un circuito lleno de cuestas y repechos, realizado contra viento y agua. La equivocación de Gutiérrez Ojembarrena, frenando a cien metros antes de la meta y el afán de Loroño por colocarse tras Sarduy, a 50 metros de la línea final para batir a aquel en el esprint, fueron las causas.



Tras Francisco Cepeda, Vencedor del Gran Circuito de Getxo.
 

Pero estaba por llegar, una de las más importantes citas de la temporada vizcaína, el “II Circuito de Getxo” celebrado el día de San Ignacio. Cepeda, soltó un arreon final en la subida a “Txomintxu”, entrando a meta por delante de Loroño. Cuatro días más tarde, volvería otra de las pruebas de más alto nivel, la “II Vuelta al País Vasco”, una carrera que contó con el campeón italiano Bottecchia, que venía de ganar el “Tour de Francia”. Los vizcaínos se enfrentaban ante un ciclismo infinitamente superior, pero Loroño logró ser el primer vizcaíno, en decimoctava posición.



Caricatura de Nik.


 Con salida en el Gran Casino del Sardinero, comenzó la primera edición de la Vuelta a Cantabria, en la que finalmente Loroño obtuvo una quinta plaza, en una prueba con neto color vizcaíno. De vuelta a casa, el 25 de octubre de 1925 se celebró el Campeonato Ciclista de Bizkaia, donde tras una lesión por una caída en la Vuelta a Gipuzkoa y una mala táctica, por no utilizar una multiplicación adecuada, llegó en tercera posición. Navarra era un territorio que no le resultaba adverso y al año siguiente, Remigio triunfó en los 101 kilómetros del “I Circuito de la Ribera”, en Tudela.




                                                        Caricatura de Nik.


Fuente: Periódico "Dime".